no-pain (2016-2019)
"Antes de poder realizar sus tareas reductoras de la entropía, la institución incipiente necesita algún principio estabilizador que impida su fallecimiento prematuro. Dicho principio estabilizador consiste en la naturalización de las clasificaciones sociales. Es necesario que exista una analogía que permita reconocer la estructura formal de un conjunto crucial de relaciones sociales en el mundo físico o sobrenatural, en la eternidad o en cualquier otra parte, con tal de que no se aprecie como un arreglo urdido socialmente. Cuando se aplica la analogía una y otra vez, pasando de unos conjuntos de relaciones sociales a otros y de éstos nuevamente la naturaleza, su estructura formal se torna fácilmente reconocible y acaba por revestirse de una verdad autovalidadora.
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Es así como las instituciones sobreviven a la etapa en que son frágiles convenciones: se fundamentan en la naturaleza y, por lo tanto, en la razón. Al hallarse naturalizadas, forman parte del orden del universo y, de este modo, pueden presentarse como bases de una argumentación.
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El universo simbólico compartido y las clasificaciones de la naturaleza encarnan los principios de autoridad y coordinación. En semejante sistema, los problemas de legitimidad se resuelven porque los individuos siempre llevan el orden social dentro de sus cabezas y lo proyectan sobre la naturaleza. Sin embargo, una división del trabajo avanzada destruye esta armonía entre moral, sociedad y mundo físico para sustituirla por una solidaridad que depende de la situación del mercado.""
Mary Douglas. Cómo piensan las instituciones. (1996)
Como siempre, no hablo de la naturaleza.
abril 2016-mayo 2019